Si nos pidiesen elaborar el retrato robot de la agencia más creativa del mundo, probablemente la describiríamos como una agencia grande, multinacional, generosa en recursos, ubicada en New York, Londres o Shanghai, con oficinas en medio mundo, grandes clientes internacionales, alto volumen de facturación y un amplio «pool» de gente en plantilla de donde sacar ideas, trabajo y talento.
La realidad, en cambio, no podría ser más distinta. Porque la agencia más premiada de 2014 –la que ha recibido más galardones en los festivales publicitarios de todo el mundo– apenas reúne unos pocos de esos rasgos.
Se trata de Forsman&Bodenfors, una agencia pequeña, local, independiente, alejada de los centros de decisión, con apenas un centenar de empleados, sólo unos pocos clientes internacionales y oficina central en Göteborg –a 450 kilómetros de la capital, Estocolmo. Pero, a pesar de eso, se la considera la agencia más creativa del mundo. Su secreto: ser pequeños y locales.
Por ser pequeños, tienen una cultura fuerte, estructuras de trabajo ágiles, relaciones más fluidas con los clientes, seguimiento más atento a los resultados.
Precisamente por su tamaño, se ven más inclinados a colaborar con otras empresas, especialmente del ámbito digital. Están más abiertos al aprendizaje, a la creatividad, a las aportaciones de otros y… parecen disfrutar especialmente del trabajo. En palabras de Sven-Olof Bodenfors, uno de los fundadores: «our focus is on ideas and on creating a bond between people. You’ve got to seek joy in this; it has to be fun».
Por otro lado, han convertido el hecho de estar en Göteborg en uno de sus principales valores diferenciales. Desde su punto de vista, ser de Göteborg, por contraposición a Estocolmo y al resto del mundo, implica ser más trabajador, más de fiar, más realista, más práctico, más descomplicado. También, más sobrio, menos sofisticado, obligado a una relación más franca y directa.
Vivir en Göteborg también tiene sus pegas, quedas lejos de los centros creativos de las grandes ciudades. Pero a los anunciantes parece gustarles este estilo local y diferente, realmente singular, al que ven más ventajas que inconvenientes. Así lo muestra su amplia lista de clientes.
Desde luego, la fórmula parece tener éxito. Forsman&Bodenfors –conocida sobre todo por sus trabajos para IKEA y Volvo– tiene entre sus clientes a marcas como E.on, Marabu, Tele2, IF, Oatly, Ving, Kalles, UNICEF, Libero, AMF, Helly Hansen, etc., con campañas tanto para Suecia como para el resto del mundo.
Por eso, si creías que sólo las agencias grandes pueden ser buenas, aquí tienes un caso que te puede llevar a revisar tus ideas.