Con el verano llega el descanso, las playas, los conciertos, las vacaciones… y las innumerables fiestas de pueblos y ciudades que acompañan el calendario estival de junio a septiembre. En nuestro país, no hay pueblo sin fiesta. Eventos para divertirse y disfrutar, sociales y participativos, de alto componente local y que, generalmente, ofrecen muchas oportunidades publicitarias para las marcas.
No hay más que pensar, por ejemplo, en el Jazzaldia de San Sebastián (20 al 26 de julio) y en su alianza con Heineken, con una presencia que lo invade todo, desde la landing page del evento hasta programas, carteles, invitaciones, redes sociales, escenarios o, incluso, el propio nombre del festival, del cual Heineken parece haberse apoderado. El Jazzaldia ya no es simplemente Jazzaldea, es el «Heineken Jazzaldia». Así, todo junto.
Algo similar sucede con Kukutxumuxu y los Sanfermines: la conocida marca de camisetas y accesorios está tan integrada en la fiesta que hace pensar que son ellos los que la inventaron. Hasta el dominio sanfermin.com es de su propiedad. Han conseguido, que decir Kukutxumuxu sea decir Sanfermines. Y llegar tan lejos como los encierros, el pañuelico o el mismo Hemingway, y ser conocidos en medio planeta.
Si hablamos de fiestas y marcas no podemos dejar de citar la presencia de Amstel desde hace varias décadas en una de las fiestas más populares del país, Las Fallas de Valencia.
Este año Amstel ha sorprendido a los amantes de las mascletás con el Amstel Fest, una experiencia de 360 º que se ha revelado como uno de los eventos más completos de dichas fiestas. Los turistas disfrutaron -como anticipo de Las Fallas – en un mismo recinto de diferentes propuestas; gastronomía, arte, diseño, pop-up stores o la mejor música en vivo gracias a la marca de cerveza creada en 1870.
También más al sur abundan los ejemplos, como el despliegue de 7UP en la Feria de Málaga de este año, con un re-diseño de las marquesinas urbanas realizado de la mano de JCDecaux, convertidas por unos días en casetas de feria 7UP. Para unir la marca a la fiesta y, también, al tradicional Cartojal malagueño.
O, en otros sectores, basta considerar la actividad promocional desplegada por Ecovidrio en las fiestas de pueblos como Nájera, Benissa, Benavente, Elda… para fomentar el reciclaje de vidrio en unas fechas donde el consumo de botellas aumenta sensiblemente. Lo mismo que el patrocinio de Euskaltel de los fuegos artificiales de la Semana Grande de Bilbao: un cartel de bengalas con el nombre de la empresa precedía la exhibición de cada noche, en un momento y lugar que no podían ser más oportunos para unir la marca con el público local.
La relación de ejemplos sería innumerable: patrocinios, campañas, promociones, inundan las celebraciones locales. Su objetivo: sumarse a la fiesta y, de paso, hacer caja. Porque, para el veraneante, una fiesta es un regalo; para el anunciante, una fiesta es un tesoro.